Me da la sensación cuando lo leo que estoy leyendo a Paul Preston o a Anthony Beevor, autores británicos que han dicho muchas insensateces sobre el bombardeo de Guernica y, en fin, no hay duda de que tienen mucho prestigio, pero... Es una pena.
Hace ahora tres años andaba leyendo Un día de Cólera en el proceso de documentación sobre la parte del 2 de Mayo de 1808 de La Maldición de los Delgado. Lo leí varias veces, incluso me estudié varios capítulos. Ese era y es un libro extraordinario. La Guerra Civil contada a los jóvenes no lo es. Pretender explicar a los jóvenes lo que fue la Guerra Civil en unas pocas líneas es imposible. La Guerra Civil española fue algo muy complejo difícil de explicar si no se han dedicado varios años a estudiarla, y varios años son 4 o 5, no menos. Y haciendo previamente un ejercicio de imparcialidad; y no todo el mundo es capaz de hacer esto último. Yo no he realizado ese trabajo, pero sí he dedicado 4 o 5 meses al bombardeo de Guernica y algo puedo decir al respecto.
El joven que lea ese capítulo sacará como conclusión que los alemanes bombardearon Guernica con el objetivo de arrasar la villa y asesinar a cuantos más ciudadanos mejor, en una acción similar a lo que fueron los bombardeos aéreos en la II Guerra Mundial. En fin, esto es lo que pensaba yo antes de documentarme, cuando no tenía ni idea. Y esto me temo que es lo que todavía pervive en el subconsciente colectivo.
No voy a contar el bombardeo porque no es el objetivo del artículo, pero sí diré algunas cosas: el bombardeo de Guernica fue una operación táctica que organizó el jefe de Estado Mayor de la Legión Cóndor, Wolfram von Richthofen. A primera hora de la mañana Vigón informó a Richthofen del diferente avance de las 1ª y 4ª Brigadas Navarras y el alemán se dio cuenta de que las circunstancias de las últimas horas hacían posible embolsar, atrapar, al enemigo en torno a Marquina; así que rápidamente organiza 2 bombardeos para la tarde, y uno de ellos es el de Guernica. El objetivo era claro: entorpecer la retirada de las tropas vascas con intención de atraparlas.
El bombardeo de Guernica no solo fue realizado por la Legión Cóndor, sino también por la Aviación Legionaria Italiana.
Guernica intuía que podía ser bombardeada, esto se desconoce o algunos no quieren reconocerlo. El 31 de marzo de 1937 se inicia la ofensiva sobre el frente de Vizcaya y aviones italianos (de Soria, escoltados por cazas de Logroño) bombardearon Durango. Durango no estaba preparada, no se lo esperaba, y hubo muchas víctimas. A consecuencia de este bombardeo, José de Labauria, alcalde de Guernica, le ordena a Cástor de Uriarte, arquitecto municipal y jefe de bomberos de Guernica, la construcción de varios refugios antiaéreos. Todos excepto uno estaban acabados el 26 de abril de 1937 y eso hizo que hubiera menos víctimas que en Durango, a pesar de que se lanzaron más toneladas de bombas.
Guernica fue duramente golpeado por las bombas, de esto no hay duda, pero lo que de verdad arrasó una buena parte de la villa fue el incendio que se produjo después, por supuesto, consecuencia de las bombas lanzadas por los aviones, especialmente por las incendiarias de 1 kg.
El bombardeo de Guernica es uno de los episodios históricos sobre el que más se ha mentido. Mintieron todos: el bando de los sublevados, el Gobierno Vasco, Valencia, los británicos… Y Picasso pasaba por allí y se inspiró en ese bombardeo, cuadro que ha colaborado, sin duda, a distorsionar la historia ―al margen de que artísticamente sea un buen cuadro o no, no tengo ni la menor idea―. Otros tratamos de aportar nuestro granito de arena para que se conozca la realidad de lo que ocurrió. En esto el que más ha trabajado ha sido Jesús Salas Larrazábal, quien ha realizado una investigación meticulosa y enorme. Sin su trabajo, la verdad todavía permanecería oculta, no hay duda. Pero aquí en España somos como somos y preferimos leer a autores británicos que tenemos por semidioses…, y me incluyo en esta crítica, porque esto me pasó a mí al iniciar el proceso de documentación sobre el bombardeo de Guernica…; pero, afortunadamente, corregí mi conducta.
Escribo este párrafo para el riojano que lea este artículo. Hace pocos días se ha publicado otro libro sobre la relación de la Gestapo con La Rioja. No he leído el libro, pero en varias entrevistas el autor decía que aviones de Agoncillo habían participado en los bombardeos de Durango y de Guernica. Sí que es cierto que cazas Fiat biplanos italianos de Logroño escoltaron a los bombarderos trimotores italianos de Soria el día que bombardearon Durango. Pero el día del bombardeo de Guernica los trimotores italianos que salieron de Soria fueron sin escolta, así que ningún avión de Logroño intervino en el bombardeo de Guernica. Rápidamente me puse en contacto con el autor pidiéndole que me aclarase lo de Guernica, pensando que tal vez se me escapaba algo; y me contestó muy amable diciéndome que lo sostenía por la declaración de un alemán que intervino en esos días en vuelos de reconocimiento. En fin, ningún avión de Logroño intervino en el bombardeo de Guernica. Solo hubiera tenido sentido cazas que hubieran escoltado a los bombarderos italianos, pero está claro que estos fueron sin escolta. Las escuadrillas de cazas que hicieron de escolta, ubicadas entonces en Vitoria, se dedicaron esa tarde a proteger a los lentos y pesados Junkers, que salieron de Burgos. Los aviones italianos eran algo más rápidos y se decidió enviarlos sin escolta. Tengo pendiente leer ese libro, Bajo el Imperio de la Gestapo – Espionaje nazi en La Rioja durante la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, porque tiene buena pinta ―ayer le eché un vistazo en una librería de Logroño y varias cosas me sorprendieron gratamente― y creo que cuenta cosas muy interesantes que ocurrieron en mi ciudad.
Conclusión: Es imposible explicar la Guerra Civil española en unos pocos párrafos. Esta guerra fue algo muy complejo consecuencia de muchas circunstancias lamentables y de muchos despropósitos. Esperemos que no se repita.
La Guerra Civil contada a los jóvenes no me parece un buen libro, a pesar de que su aspecto exterior es muy bueno. Un día de cólera, en cambio, sí que es un buen libro. El que quiera trasladarse al Madrid de inicios del siglo XIX y descubrir lo que ocurrió el 2 de Mayo de 1808 encontrará en Un día de cólera un libro magnífico. Me vino muy bien este libro en el proceso de documentación de La Maldición de los Delgado, aunque discrepo con Pérez-Reverte en unos pocos detalles, por ejemplo, la muerte de Luis Daoíz, uno de los héroes de aquella jornada.